Después de que el pasado martes 13, el bloque PRI-PAN-PVEM del Senado avaló la “reforma laboral” que “legaliza” la precarización de la condiciones de trabajo de los mexicanos, nuevas “reformas” se empiezan a cocinar y otras ya se presentaron en el Congreso de la Unión. Esta vez no fue Calderón el protagonista, sino Peña Nieto, quien ante las coordinaciones de las bancadas priistas en el Poder Legislativo presentó sus iniciativas: una para desaparecer la Secretaría de Seguridad Pública, con lo que sus atribuciones (como el control de la Policía Federal y Auxiliar) recaerían en una subsecretaría de Bucareli (SG); otra, para convertir la Secretaría de la Función Pública en la Comisión Nacional Anticorrupción (video disponible en milenio.com). Habrá que esperar a conocer más detalladamente las “reformas” para poder decir algo respecto a ellas, aunque tampoco hay que esperar mucho: Gobernación ha sido el puesto de mayor importancia, sólo después del Ejecutivo Federal; ella maneja la política interna del país, así que dotar de mayor poder para la “seguridad” doméstica a una secretaría al mando de miembros de un partido que se ha destacado en la historia por prácticas represivas, no es muy alentador. Por otra parte, la sabiduría popular cuenta entre sus dichos una frase que reza: “el buen juez, por su casa empieza”, así que de las primeras cabezas en rodar deberían ser las de priistas, desde Salinas de Gortari hasta Arturo Montiel –con un largo etcétera-, para que la iniciativa peñanietista fuera medianamente creíble. Se vale soñar. Quien también parecía estar soñando fue Alejandro Poiré, en su comparecencia ante diputados de la comisión de gobernación de San Lázaro, pues aseguró –entre otras cosas- que “no se puede hablar de un país en crisis de gobernabilidad”, que la SSP y la PF “es la más sólida base de combate a la delincuencia que haya tenido el país” y que el que el gobierno “no supo del operativo Rápido y Furioso”; aunque en un momento de lucidez reviró a los diputados que el Poder Legislativo es corresponsable de la calderoniana estrategia de seguridad y, por lo tanto, de la situación de violencia que vive el país, a lo que los “representantes” enmudecieron (véase nota de R. Garduño y E. Méndez, La Jornada, 16/11/2012). Mientras, hablando de ello, la Procuradora Marisela Morales pidió la renuncia de José Cuitláhuac Salinas Martínez, titular de la SEIDO, y de Dex Hervest García Vidal, titular de la UEIRV, por probables vínculos con la delincuencia organizada (S. Otero, El Universal, 16/11/2012).
Cartón: “La lista de Intocables”, de Rocha (La Jornada, 16/11/2012).
MAL.