Llegada la temporada de los corazones rotos y otros no tan rotos, es normal que en todas partes nos encontremos con eventos, estrenos, productos y demás cosas que nos hagan recordar lo afortunados o miserables que somos. Este año en particular la participación del director de cine Spike Jonze se hace presente con su nuevo filme Her, pero el primer texto de esta columna estará dedicado más bien a uno de sus trabajos previos, un cortometraje producido durante el 2010 que se titula I’m here (Estoy aquí) y financiado por una popular marca de vodka.

Romance y ficción son las dos palabras necesarias para describir esta producción, pues desde el inicio nos vuelve conscientes de una realidad en la que los humanos conviven con máquinas de una manera más íntima, pues éstas ahora tienen cuerpo y son capaces de moverse entre nosotros así como  tener sentimientos, disfrutar e incluso sufrir. Jonze presenta un mundo de emociones a través de seres que hoy en día nos siguen pareciendo aparatos sin capacidad de sentir, cosa que le da un toque bastante interesante, pues se convierte en su recurso más valioso durante el desarrollo de la historia y de igual forma nos permite identificarnos con los personajes de tal manera que nos convertimos en ellos a través de las memorias.

Existen muchas historias en las que descubrimos que dos individuos completamente opuestos se conocen, enamoran, terminan y desaparecen de la vida uno del otro, lo que vuelve diferente esta historia de las otras es la visión de demostrar como crecen nuestros protagonistas y la inevitable idea de lo que llamamos amor, ¿cuántas veces nos hemos sentado a recordar aquellas relaciones fallidas? Tal vez no las suficientes, al menos no antes de ver lo que este corto ofrece. Una reflexión sobre lo que hemos perdido o ganado en cada una de esas relaciones así como la interrogante de ¿cuánto seremos capaces de dar? para que la siguiente sea “la buena” y no morir en el intento.

Si ustedes son amantes del cine y los cortometrajes entonces también podrán disfrutar de una producción realizada con el respectivo cuidado y un soundtrack que corre a cargo de Sleigh Bells. Además de que este proyecto cumple con todo lo necesario para hacerte reír, enojar, recordar y si andan muy sensibles incluso llorar, también cuenta con su propio interactivo en la página oficial del cortometraje (http://www.imheremovie.com/) dónde se puede ver como si tuvieran la sala de cine en sus propio monitores, la única condición es que deben tener actualizada su versión de Adobe Flash para que su reproducción sea óptima, de no lograrlo pueden buscarlo en Vimeo o el confiable Youtube y para su comodidad viene en su versión subtitulada.

No hay manera en que alguien pueda negarse a ver esta pieza audiovisual con la que absolutamente todos nos hemos identificado en algún momento de nuestras vidas y de la cuál posiblemente aprendamos más de una cosa.