Hace doce años murió el escritor chileno Roberto Bolaño, dejando un vació en la literatura de habla hispana.

Nació el 28 de abril de 1957 en Santiago de Chile. A sus quince años su familia se estableció en el Distrito Federal. En 1973 regreso a Chile en los meses previos al golpe de estado, viajo por mar y tierra, con el propósito de apoyar a la resistencia de izquierda, el gobierno de Salvador Allende. Tras ser apresado por ocho días, no permaneció por mucho más tiempo en Chile. Regresó a México y definitivamente se encauzó en su tarea heroica de convertirse en escritor.

Junto con  los poetas Mário Santiago y Bruno Montané fundó un movimiento de vanguardia literaria al que bautizaron como Infrarrealimo. El movimiento contó con dos revistas: Rimbaud, vuelve a casa y Correspondencia Infra.

En 1978 se fue a Barcelona donde su madre ya llevaba tiempo viviendo ahí. Pero no fue hasta 1984 que salio del anonimato, al publicar su primera novela Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, escrita en colaboración del catalán Antoni García Porta. Ese mismo año lanzó La senda de los elefantes, que fue galardonada con el Premio Félix Urabayen. En 1993 publicó la novela La pista de hielo, y en 1996 La literatura nazi en América. Con Estrella distante, consolidó la reputación recién adquirida, y el libro de cuentos Llamadas telefónicas, lo consagró como uno de los mejores escritores contemporáneos de Hispanoamérica. Los premios le llegarían poco después, con su siguiente novela Los detectives salvajes, publicada en 1998, que le valió el Premio Herralde, el Premio del Consejo de Chile en 1999 y el Premio Rómulo Gallegos en el mismo año.

En 1999 publicó Amuleto. Ese año, además, visitó Chile, tras veinticinco años de ausencia. A su regreso a España, se dedicó a escribir una novela sobre el ambiente cultural chileno, que lleva el nombre de Nocturno de Chile y en el 2001 Putas Asesinas.

Incluso en sus ultimos dias consciente de la sombra que la muerte había proyectado sobre él, continuó escribiendo dejando dos proyectos inconclusos la voluminosa novela 2666 y El gaucho insufrible. Estas obras póstumas fueron editadas por Anagrama el mismo año de su muerte.