Por: Andrés Piña
Primero sea valiente, la suerte suelen decir favorece al osado. Sépalo con firmeza y memorícelo. Tenga presente que nada grandioso puede hacerse en este mundo sin amor, así que enamórese completa y tontamente. Ajuste sus zapatos, considere una posible cachetada por el atrevimiento. Amarre bien sus agujetas en caso de que aplique el “beso y corro”, tan común en la primaria. Ahora si quiere robar un beso, sea delicado: para robar y salir impune se necesita delicadeza. Vea siempre de frente, como Napoleón antes de cruzar con su tropa el puente de Arcole. No dude, la duda es enemiga del beso. No piense, pensar puede llevarlo a desistir. Recuerde, la única satisfacción que tiene si se equivoca, es la de haber errado en un arrebato contra lo monótono. Un temblor salvó a Roque Dalton de morir fusilado, pues se cayeron las bardas de la prisión y fue entonces que él pudo escapar, así que no desista, no abandone. Los milagros pueden sucederle a cualquiera, desde un poeta hasta un campesino. Piense que la belleza deja vestigios, pequeñas migajas que usted debe seguir y que comúnmente terminan en un beso o en los labios de una muchacha. Examine cuidadosamente la poesía, sus héroes de ahora en adelante son Neruda y Sabines. Crea de nuevo en los sueños, pero no tanto, no debe terminar besando almohadas en la noche, ni mucho menos tratando de ponerles nombre. Si no puede evitar que sus neuronas hagan conexiones, piense en ella todo el tiempo; los besos tienen formas secretas, caminos escondidos, Rodin lo sabía y el mármol también. Huya de pensamientos lúgubres: sólo llevan al fracaso. Sea noble y educado como un elefante. En el caso específico de que la linda muchacha tenga novio o esposo, haga una maleta, prepare su pasaporte, elija un destino, compre un seguro de vida, despídase de sus seres queridos y haga un testamento. Uno nunca sabe. Sin embargo, no se eche para atrás. Por último, no espere “los momentos indicados”, usted no es ningún cirujano para jugarle al preciso. Si ve una oportunidad tómela, tiene el deber del enamorado. No caiga en excesos ni se violente, pero consideré que, o besa a la muchacha o muere en el intento. Se sabe que existen múltiples técnicas para besar, pero seamos honestos, lo importante es hacerlo, así que hágalo, lo demás comes later…