Deja que te vea desnuda, única. Imagen de un mundo verdadero y otro ajeno. Te veo existiendo en el concreto. Estas manos, son manos que han tocado tu cuerpo. Esta boca, es también tu boca. Este jardín, es el nuestro. No hay muerte, hay amor. Te toco y me transformo. Hay trascendencia en tu piel. Vives como un vehículo de sonidos. No le digas a nadie, pero ocurre una metamorfosis en el centro de tu cuerpo. Deja que te piense un poco, deja que la luz y la sangre se mezclen en mi memoria, transformando tu cabello en la lluvia que moja mi poesía. Entonces lloverán palabras durante la tarde. Y todas serán tuyas, todas. Un río transita por la ciudad, recorre salvaje las avenidas principales, anda por Insurgentes y por el Periférico, anda por Tlalpan. Es un río de palabras que te buscan, son lindas a su manera, la gente las ve pasar y las pronuncia, tu amor ya está en el lenguaje del pueblo. Mañana la ciudad despertará otra vez, pero llevará palabras como “libertad” y “poesía” en sus labios.