La historia de Low Roar comienza con su vocalista Ryan J. Karazija quien antes de este proyecto cantaba en otro que tenía por nombre Audrye Sessions para el sello Black Seal mientras radicaba en Okland, California, que como pasa con muchos de los proyectos donde existe demasiada competencia termino por desintegrarse. Eso y sus ganas de seguir haciendo música lo hicieron tomar la decisión de ir a vivir a Reykjavík en Islandia, lo que le afecto de manera importante en sus estado anímico pues tuvo que aprender a desenvolverse en una país al que se sentía ajeno.

A partir de sus momentos de soledad por los que tuvo que atravesar mientras conseguía un trabajo y se adaptaba a su nuevo contexto, decidió seguir haciendo música, con esto en mente tomo la iniciativa de escribir una canción por día desde la cocina de su casa y solamente acompañado por su computadora, esto dio origen en noviembre del 2011 al álbum que también tiene por nombre Low Roar , logrando la aceptación por el público de una manera inesperada.

El camino que llevó a Ryan hacia Islandia facilitó conectar sus emociones con la música que hacía, creando atmosferas diferentes para cada canción que al escuchar la grabación completa nos damos cuenta de lo bien que se acompañan. Una primera impresión cuando no se sabe que esperar del disco es que se trata de música triste pero al sumergirse poco a poco dentro de sus letras y ese mar de calma en el que pocas veces podemos reflejarnos podemos decir que es un limbo emocional donde no hay lagrimas ni sonrisas, solo, un momento, en el que podemos contemplar una emoción como si tuviera forma física, “Como observar la aurora boreal” en palabras de un medio europeo.

Pocos músicos han logrado transmitir emociones a través de su música de una manera tan sencilla y profunda, con una mezcla de sonidos folk y ambient el estilo de Low Roar es una pieza más que complementa la escena musical de Islandia, lugar que se ha caracterizado por ser el origen de proyectos con tintes melancólicos siendo Sigur Rós uno de los más representativos en la escena internacional.

Para su segundo disco que lleva por nombre 0, podemos descubrir una evolución en la formula de la música pues Ryan ya no trabaja solo, ahora cuenta con la compañía de Logi Leifur y Andrew Scheps quienes pudieron entender la esencia de Low Roar y dejarse llevar por ella logrando acompañar musicalmente las emociones que las letras de cada canción quieren reflejar. A pesar de esos cambios la formula es la misma, ritmos folk acompañados de coros y el trabajo con teclados que nos alientan a escuchar el disco sin pretensión alguna, lo ideal si gustan de escuchar música mientras miran la lluvia por la ventana.

Al terminar la grabación del primer disco, Ryan logro sacarlo a la venta y fue mediante las facilidades del internet que su proyecto se dio a conocer en diferentes medios y en distintos países, en Europa su proyecto fue bastante reconocido, tardando un poco más en reconocerse en el continente americano, ahora con el lanzamiento de su segundo disco la banda a podido tener más presentaciones en Norteamérica siendo México su penúltima parada antes de regresar a Europa para seguir con su tour, esperando que las nuevas experiencias le den material para seguir creando música.

No te los pierdas en vivo, Pedro y el Lobo Music los traen a México el próximo 9 de julio a las 8pm, en el Foro Indie Rocks.
Entrada general: $350.00 MXN
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