Por Eric Angeles Juárez
Un cadáver entre plato y plato, Tom Hillenbrand, Grijalbo, 2014.
Sí, se trata de una novela un poco best-seller, sí es otro thriller policiaco, ¿pero que es lo que esta novela puede aportarnos? Tom Hillebrand no sólo es escritor, también fue cocinero, y por lo visto uno con muy buen gusto. No sólo tenemos un misterio sin resolver, un protagonista que hace de detective y consecuencias a gran escala, también tenemos la comida, el mundo gastronómico, el cosmopolitismo.
Un cadáver entre plato y plato cuenta la historia de un cocinero estrella que decidió retirarse de las grandes ligas para poner un negocio local en Luxemburgo. Un buen día, un crítico gastronómico de una revista de gran renombre llega a su restaurante y muere fulminado. Tras un proceso de investigación, el cocinero descubre que un extraño ingrediente está involucrado: una fruta rarísima que potencia el sabor de todos los alimentos y los hace deliciosos.
Fuera de la trama, que no sale del clásico thriller policiaco, podemos aprender mucho de esta obra, desde cómo se mueve el mundo de la alta cocina, cuáles son los ingredientes secretos y prohibidos de los cocineros, cómo se dividen las especialidades en la cocina, la importancia de las apariencias en el cosmopolitismo y el mundo de la comida artificial y procesada, además de sus implicaciones morales y de salud.
Si te gusta la cocina o sientes curiosidad por estos temas, debes leer este libro, pero no es muy recomendable para quien busca una historia original o a un gran escritor revelación.