Todo escritor de novela policiaca necesita un detective, y es poco común ver a uno chino, en este caso Chen Cao, con todas las particularidades que oriente puede brindar. El inspector en jefe no es un lobo solitario con problemas emocionales, agresivo e insensible y con nexos con el bajo mundo, sino un ñoñísimo poeta-detective, con gran sensibilidad hacia la naturaleza y un profundo nexo con el gobierno, el sistema policiaco y los altos mandos.
El crimen del lago no implica conspiraciones internacionales, ni una red peligrosa de mafiosos, ni siquiera una mente maestra del crimen, es sólo un caso de asesinato, sin ninguna particularidad con excepción de un posible ataque en favor del medioambiente. Los más perspicaces probablemente quedarán decepcionados ante la falta de complejidad del caso, ya que desde un comienzo es casi evidente quién fue el culpable del asesinato y cómo se realizó, a pesar de que el autor intente desviar nuestra atención. Esa no es la parte importante de este libro, hay demasiados detalles en cuáles prestar atención.
La contaminación de las grandes empresas, los intereses de ciertos círculos de poder y las reformas políticas estatales del gobierno chino son grandes protagonistas en la historia. Shansan y su romance con el inspector representa otra de las aristas de la novela, la sola presencia de la mujer hace al detective entonar versos y versos, haciendo gran parte de la novela todo un poema de corte oriental. La contemplación de la naturaleza en medio de la civilización también se hace presente, y las tradiciones y el pensamiento de aquel país están permeados en cada capítulo. No recomendable para fans de la novela negra ni de la acción, pero es una gran opción para todos los enamorados de la poesía, el oriente y la política interna.
Por Eric Angeles Todos los foquitos brillaron esta vez, pero no le trajeron ningún alivio.…
Por Nestor Peña En dos o tres ocasiones llegaste, llegué y llegamos. Hasta ahí todo…
por Ubaldo Rocha Out from the asylum y Welcome home fueron las canciones encargadas de…
Pepito Zapata Estaba acostado panza arriba con la cabeza mirando hacia su derecha. Despertó por…
Ana P. Aparicio En estos últimos años de nostalgia de remakes, conciertos de aniversario y…
Para Maribel Peña Nestor Peña Era mi cumpleaños y estaba solo. Bueno estaba mi tío…