Dinorah Ortiz
Algún sabio del siglo XX dijo “Nunca conozcas a tus héroes”. Este erudito hombre seguramente tuvo la desdicha de conocer a aquel ídolo de la vida y terminar con una impresión totalmente distinta a la que tenía en mente. Seamos honestos ¿Quién no ha imaginado ser mejor amigo o amante de aquella persona que sólo podría conocer en sus sueños? Pero la realidad es otra, en el mundo real aquel ídolo no tiene idea de tu existencia y las interminables memorias que tenías con él sólo existen en tu mente. Y aunque es terriblemente pesimista es la cruel realidad y creo que por experiencia propia puedo hablar del tema . Digamos que era octubre, casi noviembre, y la linda Dinorita (o sea yo) decidió irse a comprar unos abrigos para la próxima temporada de frío. Ella no esperaba nada extraordinario para ese día, tal vez comer en un restaurante sería lo mas notable. ¡Oh! Pero qué mal estaba Dinorita! No sabía que al cruzar la calle 14 y la sexta avenida se iba a topar con el hombre que más admiraba en esos momentos de su vida.
Aquel hombre era Julián Casablancas, vocalista de The Strokes, y en los últimos años la linda Dinorita había soñado con conocerlo. Al verlo en la calle, lo detuvo y notó que tenía prisa. Le preguntó si se podía tomar una foto con él. El hombre alto aceptó y la inocente Dinorita pensó que se quedarían hablando por una enternidad, pero él simplemente dio un gracias después de que ella le dijera que le gustaba su música, y se marchó. Y ese fue el fin de la historia, no se convirtieron en mejores amigos ni tampoco empezaron una aventura por toda Nueva York. No hubo nada de extraordinario en el encuentro, pero tampoco hubo la mas mínima pizca de rudeza en el encuentro.
No podía odiarlo pero tampoco era la persona que había puesto en un pedestal.
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