Eric Ángeles Juárez
Si eres fan de las pelis de terror, seguro has escuchado el nombre de Eli Roth como director emergente del género. Si no, tal vez recuerdes la escena de Bastardos sin Gloria en la que él en su personaje de “El oso judío” destroza con un bat a un nazi. Cualquier referencia a este actor/director/productor es representativa de su obra.
Se ha estrenado en cines Knock, knock, su séptima peli como director dentro de las más de 13 obras en las que ha participado como productor o actor. Para mayor referencia, Roth ha sido director de las dos pelis de Hostal y la horrorosa Clown, así como productor de la serie original de Nextlfix, Hemlock Grove y las terribles películas de El útlimo exorcismo.
Antes de leer, piénsalo dos veces, que vienen leves spoilers. En fin, no te pierdes de nada.
Knock, knock cuenta la historia de un padre de familia modelo y exitoso (Keanu Reeves) que es seducido por dos chicas buenísimas en su propio hogar. Al despertar, las chicas comienzan a salirse de control y lo amenazan con ir a la policía y acusarlo de pederasta, ya que son menores de edad. Situación terrorífica en la vida real, en una película… no tanto.
Buena producción, soundtrack interesante, actuaciones geniales de las chicas y una idea con mucho potencial pero… sencillamente no puede ser una peli de terror.
La música pretende crear este ambiente escalofriante que jamás se logra, lo mismo que algunos intentos de caracterización de las actrices, pero seamos honestos, ¿cómo podría Keanu Reeves estar en peligro frente a dos adolescentes armadas únicamente con un tenedor? Así de absurdo.
Los gritos de desesperación de Keanu son sencillamente hilarantes, el humor involuntario se desborda en su personaje y no puede más que intentar aferrarse al guión que fracasa en su propia lógica. Sólo en las escenas finales podemos ver humor verdaderamente voluntario, marcado por el cambio de música, de hostil a Where is my mind de The Pixies.
Knock, knock podría ser una gran película con otro tipo de música e intención orientada a la comedia sexual y libertina, tal vez algo como Feuchtgebiete (Zonas húmedas) y su tono fresco, juguetón y sin pretensiones. Pero no, el nuevo “maestro del terror” como algunos le llaman ahora, se aferró a su fascinación por el horror, aunque pareciera que por momentos coquetea con esta idea de comedia.
Claro, Roth está fuertemente influido por uno de sus héroes, Tarantino, por lo que el coqueteo con el ambiente serie B y el humor negro están en sus obras, pero no se atreve a dar ese paso fuera de las películas de terror (bastante malas a mi parecer) que le han dado su fama más reciente. Tal vez la presión de sus fans, los inversionistas y el hueco actual en la banca de los grandes directores de cine de terror, lo mantienen en esa línea.
Si planeas ver Knock, knock, ponte unos audífonos y la música más indie y alivianada que tengas y seguro te diviertes a lo grande.
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