Kane y Abel, Jeffrey Archer, Debolsillo, 2013.
Había leído cosas sobre la biografía de Archer que no me animaban para nada a leer su obra: sus extrañas mentiras, su papel de “el extravagante señor bestseller”, su participación en el parlamento y su vida criminal me hacían ver en él todo un embustero. Al final de leer esta novela, me dije “Qué gran embustero”.
Ésta es una novela genial, una novela de crecimiento con guiños de muchos clásicos. Wladek Koskiewicz (posteriormente conocido como Abel Rosnovski), es encontrado recién nacidopor una pobre familia de Polonia que lo adopta como su hijo. William es hijo del famoso y adinerado Richard Kane, director del banco Kane and Cabot de Boston. Ambos crecerán bajo diferentes circunstancias, uno sobreviviendo a la invasión de los rusos de la primera guerra mundial, otro, preparándose para ser mejor que su padre y convertirse en el director de un banco mucho más grande que el de su familia. Los dos tienen una gran capacidad para afrontar retos y superarse, y así poder sobresalir ante todos sus competidores, hasta que ambos se conocen. Entonces comienza una rivalidad a muerte, donde se atacarán por venganza y se salvarán el uno a otro involuntariamente hasta el fin de sus días.
Claro, parece más literatura fantástica que una historia realista, pero en verdad, Archer es un excelente narrador y le crees hasta lo inverosímil. Los dos personajes principales están muy bien construidos, son muy complejos y cuando se enfrentan, el lector puede sentirse dividido, pues hay un cariño y un respeto que se ha cultivado por ambos en más de 250 páginas. A la par, importantes acontecimientos en Europa y Estados Unidos se ven reflejados en la vida de Abel y William, desde las dos Guerras Mundiales y la caída de la bolsa de 1929, hasta la Guerra Fría, incluyendo personajes históricos en toda su narración.
Un libro genial para los amantes de los bestsellers, pero también para lectores de gran literatura.