Eric Ángeles

En ocasiones las grandes superproducciones parecen ser las únicas que valen la pena, por ser las más esperadas y con calidad casi asegurada. Pocas sorpresas podemos llevarnos, sobre todo en títulos multijugador para esta generación de consolas. Entonces llega Borderlands, que hace unos años pasó desapercibido para muchos videojuegadores, pero que en definitiva fue un éxito. La compañía desarrolladora de videojuegos Gearbox, que antes del 2005 sólo se dedicaba a crear expansiones, estrenó en 2009 su juego Borderlands que definió como “Mad Max conoce al diablo” en un estilo “FPS meet RPG” (Tiroteo en primera persona conoce a Juego de rol) y, evidentemente, muchos dudaron de él. Tres años más tarde, nos presentan su nueva versión, mejorada y aumentada Borderlands 2.

¿Cómo que un FPS combinado con RPG? pensarán algunos, pues para aquellos que no han tenido oportunidad de jugarlo es un shooter tipo Halo, en el que tu personaje sube de nivel y gana habilidades que puedes personalizar, del mismo modo que puedes elegir tu estilo de juego y el tipo de armas que prefieres.

En esta segunda entrega de la saga se corrigieron muchos aspectos por mejorar del primer juego. Por ejemplo, la ubicación de los objetivos y el mapa eran bastante confusos. Otro detalle era el comportamiento de la inteligencia artificial, ya que los enemigos no buscaban cobertura ante los disparos, lo que hacía más sencillo eliminarlos. Del mismo modo, se amplió la variedad de enemigos con diferentes características, debilidades y puntos débiles.

Las gráficas son geniales, con su extraño estilo tipo comic que le da un toque diferente. La historia es absurda y divertida, muy alejada de las clásicas y aburridas ondas patrióticas gringas que abundan principalmente en los shooters. En un planeta llamado Pandora, la leyenda de la Cámara atrae a buscadores interesados en fama y dinero, pero la malvada corporación Hyperión a cargo de Jack el Guapo se encarga de aniquilar a todos los que la busquen. ¿Por qué? Porque ellos la necesitan para despertar a un legendario guerrero. Algo que hace interesante a este juego es que puedes morir cuantas veces quieras sin necesidad de repetir la misión o perder tu avance, sin embargo, te costará caro. Y claro que duele que te quiten tu preciado dinero, ya que con él puedes comprar armas, munición, mejoras y hasta diferentes trajes.

Existen cuatro tipos de personaje: la sirena, Maya, con la capacidad de inmovilizar por unos segundos a los enemigos; el asesino, Cero, que crea un holograma para confundir y luego ataca con su espada; el gunzerker, Salvador, puede usar dos armas a la vez en un corto periodo de tiempo y el comando, Axton, despliega una torreta que ayuda a eliminar a los enemigos. Existe un quinto personaje descargable y otros que se irán añadiendo con un costo adicional. Debo destacar el buen diseño de los personajes, tanto los jugables como con los que interactúas a lo largo del juego, incluyendo la aparición de los héroes de su precuela.

El apartado sonoro es genial, lo mismo que su modo de juego. Pero su principal fuerte es su modo cooperativo, divertido a más no poder. Ya sea con otro jugador en la consola, cuatro en interconexión o con un equipo por internet. Borderlands 2 brinda horas y horas de diversión, ya que además de su historia principal, tiene mucho de sandbox (videojuego no lineal) con todas sus misiones secundarias en las que puedes obtener armas, complementos y puntos de experiencia.

Borderlands 2 no será una superproducción, ni el juego más esperado, pero vale mucho la pena si eres fan de los shooters y estás aburrido de la misma patriótica y lineal historia gringa. Un enorme título para el juego cooperativo.