Por Elizabeth Del Pino

Es una cuestión del Hombre, de su lugar en el mundo y entonces, danzan las fuerzas de la naturaleza; danzan las fuerzas cósmicas y danzan también, las fuerzas divinas. Sobre todo es el cuerpo humano en sus movimientos, en sus construcciones geométricas, en su caída y redención.

Porque la vida es movimiento y la vida es sueño. Sin embargo, hay que saber que no es el conocido drama de Calderón de la Barca, es el auto sacramental.

Cuando al final de la función, escucho algunos comentarios de los asistentes, la obra les ha parecido demasiado larga. Estoy sorprendida porque desde el principio se avisa que la función dura dos horas, desde el principio sabemos que vamos a enfrentarnos a un texto en verso. ¿Por qué dentro de todo lo que se puede decir de esta puesta en escena, lo que se escucha más es “uff, qué larga”?

Pienso que obviamente ya no estamos acostumbrados a ver autos sacramentales. A mi parecer la obra tiene la densidad que debe de tener ya que es el universo desplegándose con sus elementos más hermosos, más espectaculares y más cargados de sentido. Está llena de música y de baile, pero también de conceptos sobre la existencia del hombre.

Desde el primer momento te reciben 14 hombres en el escenario. Son hombres-alegoría, son a veces, también sólo actores. 14 hombres transitando entre dualidades: cielo-tierra, bien y mal pero también mostrando al espectador que quiera leer más allá, otras cosas.

Porque “La vida es sueño” en su esencia barroca dialoga profundamente con nuestra época que no es menos compleja. Lo barroco es mezcla y multiplicidad de sentidos, de interpretaciones, es el cambio de un centro único a varios centros. Los cantos, las coreografías, los colores y la puesta en escena de símbolos, muestran el caos y el equilibrio de un mundo, el de Calderón, que sí tiene la intención de la reflexión filosófica.

No era deseable que la obra durara menos o que fuera ligera porque su naturaleza desde su misma concepción como texto y después como dispositivo escénico, tiene que ver con la profundidad de los estados del alma. La dirección de Valdés Kuri logra hacer convivir con gran inteligencia y belleza, el barroco de Calderón de la Barca, con el barroco actual (que algunos se atreven llamar neo barroco) con todas sus contradicciones.

Me pregunto sobre las expectativas de los espectadores ¿sabían que iban a ver un auto sacramental? ¿sabían que el texto es presentado en su totalidad, sin cortes? Pienso que el espectador disfrutaría más si se preparara con anterioridad. “ La vida es sueño” es un mundo alegórico que cuenta más que una historia, muestra al Hombre siendo Hombre y las cuestiones del Hombre no son simples, ni son veloces como un relámpago.

“La vida es sueño” Auto Sacramental tiene como texto original el de de Pedro Calderón de la Barca. Representada por la compañía Teatro De Ciertos Habitantes bajo la dirección de Claudio Valdés Kuri. Se presentará en el Centro Cultural del Bosque hasta el 31 de agosto en el Teatro El Galeón.