Estas fechas del año son muy esperadas por chicos y grandes, tus abuelitos seguro te crearon la tradición de poner altares, las llamadas ofrendas para recibir a los muertos, que por única vez al año pueden venir desde el mundo de los muertos a visitarnos, a darse los gustos que en vida gozaron (algunos de estos gustos puede que los mataran), pero desde que tengo memoria lo que emociona mucho a todos no importa la edad, es el Halloween. Si acaso eres de aquellos que se enojaron porque el actor de Cantinflas no fue mexicano, pero no dijiste nada cuando Chris Hemsworth hizo de Thor y no nació en Asgard, déjanos hablarte de la tradición y la historia del Halloween.
El Halloween tiene un origen antiguo en una fiesta pagana celta llamada Samhaim. Esta celebración marcaba dos acontesimientos importantes para la cultura: una transición, el fin de un año viejo y el inicio de uno nuevo, además de que es en este día cuando el otro mundo está conectado con el nuestro desde el 31 de octubre hasta el 1 de noviembre. ¿Te suena conocido?
El Samhain marca el fin del verano, la época de cosechas ha terminado, por lo tanto es momento de guardar provisiones para el crudo invierno, para los celtas era el momento de una conexión espiritual la oportunidad de ser guiados por los seres de ese mundo, en el que no hay dolor ni desgracias, y llegar con éxito a la vida inmortal.
Cuando en Europa se hizo muy fuerte el cristianismo se adopto esta fecha como “La fiesta de todos los santos” su nombre en inglés: “All Hallow’s Eve” que con el tiempo quedó como Halloween.
La pregunta que todos tienen ahora, ¿El Halloween se ha arraigado demasiado en nuestro país hasta dejar de lado El día de Muertos”? La respuesta es no. Ambas tradiciones están tan acomodadas en nuestras vidas que son capaces de coexistir.
El Halloween es para nosotros una tradición adoptada por ser los vecinos de Estados Unidos y mientras adoptamos algunas festividades, podemos seguir con nuestras tradiciones; en un hogar donde hay un niño vestido de vampiro hay una ofrenda a sus seres queridos, y este niño entiende perfectamente bien el papel que juega en estas dos tradiciones.
Las tradiciones mexicanas no se pierden, se adaptan y enriquecen porque en México el culto a los muertos se vive festivo y profundo, mientras que para otros países es solamente un juego. La prueba para comprobar la mezcla es el famoso disfraz de Catrín o Catrina, que es utilizado en México, como en Estados Unidos.
Halloween es para divertirse, Día de Muertos para conservar tradiciones.