Cómo convertirse en lobo y no morir en el intento

Eric Angeles Juárez

La fusión de un humano con un animal se ha dado en el imaginario colectivo desde inicios de la historia. Desde hace miles de años, los hombres lobo o licántropos han sido la figura paradigmática de esta unión. Su perfil ha variado con los años y el hombre lobo que conocemos actualmente parece ser sólo una víctima de las causas naturales y del contagio de un virus que lo hace transformarse bajo la luna llena. He aquí las formas más famosas de convertirse en lobo y regresar a la normalidad.

Para ser un lobo

-Ofender a un Dios: Licaón, un importante jefe arcadio, seguía la costumbre de su pueblo de ofrendar humanos a las divinidades. Una noche, Zeus tocó a su puerta vestido de peregrino y el jefe lo atendió cortésmente en su mesa. Al no tener más alimento, el jefe asesinó a su hijo menor y lo sirvió al dios en un plato. Zeus, muy indignado, lo convirtió en lobo y lo maldijo. Este mito griego da nombre a la licantropía. En siglos posteriores, también se atribuyó la transformación a actividades paganas y al sacrilegio en la religión cristiana.

-Pertenecer a una familia maldita: A principios del primer milenio después de la muerte de Cristo, se creía que diferentes pueblos occidentales tenían la maldición de convertirse en lobos. En determinada época de sus vidas, debían nadar a una isla en medio de un lago.  Al salir del agua, estarían transformados en bestias.

-Echarse una piel encima: Durante la edad media, la creencia de abrigarse con una piel de lobo era la forma más sencilla de transformación. Para esto debían esconder sus ropas humanas, pues si eran tocadas por alguien, jamás podrían volver a su forma humana.

-Mucha melancolía: los médicos de la antigüedad, en su afán por explicar todo a través de los humores (flema, sangre, bilis y bilis negra), atribuían la licantropía a ésta última, asociada con la melancolía. Esta explicación fue dada tanto a la transformación física como a la enfermedad mental, que también llamaron licantropía.

-Ungüentos diabólicos: Íntimamente relacionada con la brujería, esta técnica consistía simplemente en untarse una sustancia en el cuerpo. Por lo general se obtenía de una bruja, del diablo o de otro hombre lobo.

-Pacto con el diablo: Evidentemente relacionada con la caza de brujas y la marca del diablo, esta forma de transformación fue muy popular de los siglos XIV al XVII, a raíz del aumento de la cacería de brujas.

-Nacimiento en días impropios: Dependiendo de la cultura, si alguien nace en día de reyes, nochebuena o navidad, se convertirá en cánido por la falta de respeto a los días sagrados.

-Probar la carne de lobo: en algunas culturas ibéricas, si se probaba la carne de lobo se estaría eternamente hambriento y la persona se convertiría en un licántropo.

-Accidente en nacimiento: si al nacer, la placenta queda enredada en su cuello. Los benandanti, antigua secta italiana, guardaban esta placenta y la usaban como talismán. Ellos aseguraban transformarse en lobo para defender a los humanos de las brujas y el diablo.

-Ser el séptimo: Cuando una pareja tenía un número sucesivo de hijos del mismo género, el séptimo se convertiría en lobo.

-Nudo en el cuello: Si un hombre se anudaba la cuerda con el que fue colgado un criminal, su cuerpo se volvería en el de una bestia.

-Cinturón mágico: Se obtenía por herencia o por un pacto diabólico. El cinturón se amarraba  a la cintura y la persona dejaba su forma humana.

-Luna llena: Mucho más reciente, a mediados del siglo pasado, esta versión se volvió popular. Su primera aparición fue en la película The Wolf Man (1941) con Lon Chaney Jr. La luna, a la que los lobos comunes aúllan, sirve de medio de transformación para los licántropos.

Para regresar a la normalidad

-Si en nueve años (o siete, dependiendo de la tradición) no prueba carne humana, el humano regresará a su forma original.

-Cuando se hace correr la sangre de la bestia por mano de un cristiano.

-Si se debe a un ungüento, el animal debe frotarse con ciertas yerbas, con pasto mojado o mojarse.

-Después del renacimiento se creía que la maldición terminaba si se golpeaba al licántropo con un cuchillo filoso en la frente.

-Los relatos clásicos señalan que un hombre lobo regresa temporalmente a ser humano si se mutila uno de sus miembros, pero no acaba con su condición de bestia.

-Posterior a la época romántica, se creía que si se descubría la identidad de un licántropo y se decía su nombre en voz alta frente a él, la maldición desaparecía.

-A partir de la película de Lon Chaney Jr. (y las que le precedieron), las balas de plata son el remedio más eficaz contra estas bestias. Es la única manera de acabar con sus vidas, pero también, si no se le hiere de muerte, el mal puede tener su fin.

Eric Angeles

Editor y fundador de revista Iboga, literato de formación, mercadólogo digital de profesión y diseñador web cuando hay necesidad.

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