Las cámaras GoPro se han caracterizado por su uso en los deportes extremos. Sin embargo, ¿qué tan extremo es  colocar tu gran angular a tu casco y aventarte a nadar con tiburones? Antes, el verdadero peligro estaba en hacer la toma correcta, enfocar con precisión y tratar de no arruinar la cámara que colgaba de tu cabeza, todo esto mientras ibas en caída libre.

¿No nos crees? Bueno, te traemos una serie de fotos que no le piden nada a las cámaras de Nick Woodman (fundador de GoPro):

Al parecer no bastaba que cargaras la cámara contigo, también tenías que llevar a alguien que te grabara.

¿Tortícolis? No, sólo es una Nikon junto con una repuesto de batería pegada al cuello de la leyenda de la F1, Jack Stewart. La foto es de 1966 y fue tomada durante el Grand Prix de Mónaco.

Nuevamente Jack Stewart con una cámara aún más grande y otro repuesto también obscenamente grande. Cabe destacar que el corredor no aparece en la historia de las famosas helmet-cams, que según los expertos no aparecieron hasta 1986.

Las primeras “apariciones oficiales” de las helmet-cams se dan entre las carreras de motociclismo. El parecido, no obstante, con los prototipos de Stewart es innegable.

Pronto, muchos otros deportes extremos decidieron documentar sus hazañas. El paracaidismo, por ejemplo, fue de los primeros en seguir los pasos de los motociclistas. En la foto se aprecia al famoso Bob Sinclair.

Y bueno, por último, el cine no se podía quedar atrás. Para el filme de acción francés Le mans, al actor Steve McQueen -quien se ve obligado a llevar toda una travesía por las calles parisinas en su porsche 661- le colocaron esta helmet-cam para crear un verdadero plano subjetivo.

Ahora te sientes patético con tu selfie-stick, ¿cierto?